La interiorista Marina Sezam aborda en esta entrevista su trabajo, estilo y conceptos claves. Empezamos por el principio, tan apasionante como toda su trayectoria.
Marina Sezam estudió unos años medicina, después se decantó por el diseño de moda hasta que dejó su empleo en una empresa textil y comenzó a estudiar interiorismo. Más tarde, llegaría la Ingeniería de la Edificación.
Todas estas experiencias han devenido de manera natural, como el curso mismo de su desarrollo profesional, de su vida. Y son, además, las que le ha permitido crecer y consolidarse en el sector. Ubicado en Barcelona, el estudio de interiorismo Marina Sezam tiene valores precisos, madurez profesional y una gran proyección en el sector.
Para que no queden dudas, ella dice: “Por delante de todo soy una mujer inquieta”. También, podemos decir que Marina Sezam es una persona encantadora, de conversación amena, dispuesta a escuchar, a resolver dudas y es afable en el trato y en la manera de comunicar sus puntos de vista. Conversar con ella es como estar en casa.

La alumna apasionada
«Me di cuenta de cuánto me gustaba el interiorismo cuando me compré un piso con mi novio». Para ponerlo a punto, Sezam se recorrió todas las tiendas de Barcelona, se hizo una experta en mobiliario. Fue por ese entonces cuando comenzó a estudiar en la escuela Massanas. “Era la alumna apasionada”, dice. Al finalizar sus estudios fue valiente al montar su pequeña empresa y comenzar su andadura en este sector trabajando de manera solitaria en reformas de viviendas.
“Al principio eran pisos de amigos, de familia…» Ya por el 2005 el estudio dio un paso más y se consolidó bajo el nombre de Marina Sezam. Hoy y después de un trayecto hermoso, de aprendizaje y de experiencias sumamente gratificantes en todos los sentidos, el estudio cuenta con seis personas y ofrece servicios altamente competitivos. Interiorismo, construcción y ejecución de obra, decoración de espacios…Todo está disponible en su web donde se pueden encontrar proyectos bellísimos.

Los momentos más fabulosos de su trabajo
En cuanto a qué es lo que más disfruta de su profesión y de los proyectos que llegan a su estudio, Marina Sezam remarca dos momentos muy bonitos. “Uno es cuando hacemos el proyecto, cuando estás en el papel, porque el papel lo aguanta todo… El resultado es muy superior cuando podemos hacer todo lo que queremos. Esa fase es de las mejores”, expresa. Después está el segundo momento: “Cuando el cliente te ha dejado hacer lo que le propones y lo ves hecho en la realidad y ha quedado como teníamos previsto”.
Sobre otras instancias que disfruta, confiesa que le gusta mucho visitar hoteles. “Ese rato que paso en el hotel me encanta. No estoy diseñando, estoy recaudando información, inspirándome. Me gusta ver cómo se resuelven las cosas desde el interiorismo y mirarlo con otros ojos, disfrutarlo”, explica.
Los hoteles y el contract es un ámbito en el que está incursionando tras tantos años dedicada al sector de viviendas. ”El hotel tiene parte del ámbito de la vivienda, pero además, tiene algo de escaparate. Un lugar donde tienes que conseguir un efecto determinado. Ese reto es el que tengo ganas de abordar”, dice.

Poco de decorado, el estilo de Marina Sezam Interiorismo
«Nuestro estilo es poco de decorado. Buscamos que el espacio funcione y sea bello por sí mismo. Optimizar la estructura con la que nos encontramos y sacarle todo el partido posible. A partir de ahí, lo siguiente es cómo embellecemos. Las decisiones van encaminadas a que el espacio quede bello y funcional. Buscamos la máxima belleza. Huimos de los materiales efímeros, de las modas… en una vivienda no puedo poner un material que va a envejecer. Tienen que ser materiales durables», dice Sezam. Y seguidamente remata: “La belleza está en lo que dura y en lo que permanece. En lo que es bonito en sí mismo”.

¡Qué bonita es mi casa!
“Muchas veces me pregunto cuál es el valor añadido de mi trabajo y es algo que me gusta responder”, dice Sezam. La respuesta está en la revelación de un cliente: «¡Qué bonita es mi casa!», le dijo aún después de haber pasado mucho tiempo desde que Sezam le había entregado el proyecto terminado. «Darle magia y encanto a los espacios y que esto perdure aún después de haber acabado un proyecto es realmente gratificante», declara.
Y en ello se fundamenta ‘un interior bien resuelto’ desde la mirada de Marina Sezam. «Un espacio en el que te sientas mejor, un interior que te alimenta el alma, te aporta armonía, equilibrio y te da bienestar y buen humor a tu vida». Si el entorno es agradable y acogedor, seguramente la vida también lo será.
A partir del 2 de noviembre el estudio Marina Sezam se mudará a una nueva dirección. Podrás encontrarlo en Calle París 151, Entresuelo 7, (08036, Barcelona).