El CEO de la firma sueca de iluminación Wästberg estuvo en Barcelona para presentar la colección RAW. David Chipperfield, Jasper Morrison, Igna Sampé, Ilse Crawford o el estudio Nendo forman parte del elenco de diseñadores que proyectan para la empresa nacida en Malmö en 2008.

La iluminación es mensaje
Lo primero que nos contó Magnus Wästberg fue que Barcelona es una ciudad muy especial para él, ya que la ha visitado muchas veces con su padre y su familia cuando era pequeño y su progenitor tenía una empresa de iluminación y viajaba por diferentes ciudades del mundo. Esta experiencia, junto con la posibilidad de conocer y estar en contacto desde muy pequeño con importantes nombres de la arquitectura, podríamos decir, que le permitieron adquirir sus primeros aprendizajes en el campo de la iluminación.
Más tarde, Magnus Wästberg estudió business administration y trabajó con su padre pero la llamada interior fue la que le animó a decidir con el corazón y montar su propia empresa en 2008. “Afortunadamente elegí con el corazón”, dice para titular ese momento en el que se dio cuenta de que la luz no era solo un producto, sino que es un mensaje ―“Lighting is message”―, expresa.
Este sentimiento le llevó a establecer la compañía Wästberg alejada de los focos convencionales y entendiendo la luz a través de pilares humanos, básicos, en los que entran en escena aspectos filosóficos y emocionales. De indagar sobre las aristas ocultas que puede desvelar la luz y el acto de iluminar, Magnus Wästberg escribió un manifiesto que nos conecta con esa parte no tangible de un producto y nos invita a reflexionar acerca de la capacidad que posee la luz como generadora de efectos en las personas.
Un ojo ve, el otro siente
Lo ancestral, la conexión con el fuego, con la oscuridad o con la noche; atender a las necesidades básicas; así como las infinitas posibilidades y declaraciones que puede transmitir la luz entendida mediante su rol de expresar un mensaje… Todo ello forma parte de la propia manera en la que el fundador de la compañía comprender la luz. Fanático de los procesos y amante de la tecnología, la firma ha crecido fiel a la responsabilidad de su director en cuanto a cuestionar cómo la industria hace las cosas, brindando soluciones en las que los procesos colaborativos sean primordiales. En este sentido, para Magnus Wästberg lograr un producto holístico se requiere de funcionalidad, emoción, sostenibilidad y belleza.
Su filosofía sin estridencias ha captado el corazón de los grandes del panorama del diseño: el arquitecto David Chipperfield; el diseñador Jasper Morrison, las aclamadas diseñadoras Igna Sampé e Ilse Crawford, y el también mundialmente reconocido Oki Sato, fundador de Nendo.
Las colecciones de lámparas Wästberg son coherentes con las ideas que le han dado vida y se materializan a través de piezas “en crudo”, en las que resalta la belleza del material, del aluminio. “Una fuente de luz debe estar cerca de nosotros, la deberíamos poder controlar y debe brillar para nosotros, no sobre nosotros”, comparte. Entre muchas otras frases inspiradoras que compartió el director de la firma, elijo la del pintor y profesor de la Bauhaus, Paul Klee, «One eye sees, the other feels» (un ojo ve, el otro siente) y que ha sido el motor de Magnus Wästberg y de su empresa en el mundo de la iluminación.




A excepción de la foto de portada de este artículo, todas las fotos son de la fotógrafa María Pujol a quien quiero agradecer especialmente por el reportaje fotográfico.