Kálida Sant Pau es un nuevo espacio destinado a mejorar el bienestar de las personas con cáncer. Un proyecto de arquitectura y diseño de Benedetta Tagliabue y Patricia Urquiola.

El diseño y la arquitectura al servicio de la sociedad
Publicamos en el blog el Espai Families, una iniciativa pionera diseñada por Ovicuo Design en el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona destinado a familiares de niños con cáncer. Ahora, un nuevo proyecto nos abre el corazón y nos conecta con lo más humano. En él participan dos grandes profesionales de la arquitectura y el diseño y lo hacen de la mano de la Fundación Kálida, una institución asociada a Maggie’s Centres desde donde nace la idea de ofrecer un espacio de bienestar para familiares, amigos y personas con cáncer. Si bien el centro Kálida Sant Pau está ubicado en las inmediaciones del Hospital Sant Pau de Barcelona, «está abierto a toda la ciudadanía», explica en conferencia de prensa Germán Castejón, Presidente de Fundació Kálida.
En este sentido, Agustí Bernadas, Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, dice: «Aspiramos a ser una orquesta sinfónica para los pacientes y su familia. Ofreciendo un ambiente acogedor que de soporte emocional y social. «Abordar, en este espacio, temas que queden pendientes en las consultas, que funcione sin cita previa y en el que se realicen diferentes actividades con una mirada integradora de todo lo que se hace en el Hospital», añade.

Más allá de los límites del diseño y la arquitectura
El Hospital Sant Pau trata cerca de 25.000 personas que tienen un proceso oncológico. El cáncer no es sólo la parte clínica sino también la emocional, el apoyo y la contención. «Y es en toda la red que hay alrededor donde el centro Kálida Sant Pau pone el valor», dice Bernadas. Hasta aquí la constitución de este nuevo espacio es, por sí mismo, una idea ejemplar, pero cuando consideramos que el proyecto es obra de dos profesionales de prestigio como la arquitecta Benedetta Tagliabue y la diseñadora Patricia Urquiola, vamos más allá de los límites; y el diseño y la arquitectura nos sorprenden de manera sobresaliente.

Un edificio bonito como la naturaleza
El proyecto arquitectónico del primer centro Kálida en España lo ha realizado la arquitecta Benedetta Tabliabue, respetando detalles, sentidos y materiales del entorno y considerando lo evocador de su emplazamiento. Se encuentra insertado entre el nuevo Hospital y el conjunto modernista, Patrimonio de la Humanidad que fue alzado a principios del siglo XXI por Lluís Domènech i Montaner.
En este nuevo espacio no falta, sobre todo, el cariño. Un proyecto que, como explica Tagliabue, se gestó hace 14 años y hoy finalmente ha podido ver la luz. Al respecto, la arquitecta dice: «Quería hacer un centro tan bonito que olvidara a los enfermos su enfermedad; un edificio como la naturaleza con un collage que extrajera los principales elementos del entorno».
Por su parte, Patricia Urquiola, quien viajó a Barcelona para la inauguración, resaltó la calidad y el amor de este proyecto. Amiga de Tagliabue, Urquiola expresó que «de lo límites tenemos fuerza y que hay días malos, buenos y buenísimos. Hoy es un día buenísimo«. La diseñadora se encargó del proyecto de diseño interior para el cual contó con la colaboración solidaria de firmas como Listone Giordano, Andreu World, Kettal, Moroso, Cappellini, Viccarbe, Teixidors, Flos, Santa & Cole, Marset, Gan o Bover…

Un centro que respire la calidad de un hogar
El centro, que cuenta en su interior con el confort y la calidez de marcas de diseño, tiene una máxima integración con el exterior. Con una superficie de 400 metros cuadrados, está estructurado en dos plantas geométricamente ideadas como si fuera una sola. Suelo de parqué, una cocina abierta, una gran mesa de comedor (núcleo del espacio) y varios ambientes armonizados como salones o salas cuya fluidez y armonía evoca la calidez de un hogar. Además cuenta con un grandioso jardín exterior.

Un proyecto que sirva para inspirar
«Que este proyecto sirva para otros y para nuevas implicaciones; para hacer una arquitectura que haga sentir mejor a las personas«, son de los aspectos que ambas profesionales han resaltado. Que sea un proyecto que nos haga pensar y que permita «humanizar los hospitales», concluyó Agustí Bernades.




