Conocí el trabajo de Jara Bedmar (Umami Neila Art) gracias a la entrevista que le hizo Victoria Gabaldón, fundadora de MaMagazine. En ella Victoria define a Jara como “pintora de poemas”. Un título que me encanta y que describe a la perfección su trabajo.
“Te tengo que dar un abrazo muy grande cuando nos veamos”, me dice Jara Bedmar ni bien abrimos la pantalla del ordenador para iniciar nuestra conversación vía Zoom. Está emocionada, contenta, feliz de hacer esta entrevista. Es mutuo –le digo–. Jara no puede creer la repercusión que han tenido sus obras. Una idea que nació en plena pandemia y que ha sacado lo mejor de ella para que nosotros conectemos de manera personal e íntima con nuestro propio hogar.
“El proyecto Umami Neila Art nació de un cambio de piel. Yo estudié periodismo porque me gustaba mucho estar cerca de la gente. Era muy curiosa, siempre estaba escribiendo e inventándome cuentos. Era un poco Antoñita la Fantástica… tenía más relación con las letras que con el hecho de estar a pie de noticia; yo quería contar, explica la artista».
“Siempre he escrito mucha poesía, durante años me metí en todos los saraos y clubes poéticos en Madrid, desde el 2000 hasta el 2008, fue casi una década codeándome con ese mundo. Después vinieron años de trabajo en el sector de la publicidad y entre el poco tiempo de lectura, de escritura, el no estar ahí me hizo un poco desbancarme de este mundillo, pero la poesía siempre estaba ahí”, relata Jara para contextualizar su proyecto.

El trabajo ordinario durante años, el hecho de ser madre y una serie de factores como el fin de un contrato laboral en plena pandemia hicieron que Jara se replanteara, de alguna manera, qué necesitaba y qué podía aportar a los demás. “Creé un business plan que pudiera darle a este mundo algo mejor de lo que me había encontrado y que sea compatible conmigo. Y en ese batiburrillo personal, en ese cambio de piel, salió de todo y sobre todo que yo llevaba 20 años pintando simplemente para amigos, para mi casa… salió la parte poética y dije: voy a emprender un camino que es ayudar a la gente a reiniciar sus vidas cuando, de repente, ya eres mayor y todas las piezas del parchís están fuera».
“Tenía mucha relación con el hogar cuando vino el confinamiento y ahí me vi con una explosión interna brutal y se me ocurrió la idea de exponer el hecho de que si tu me ayudas, yo voy a poner luz en las paredes de tu hogar. Y de boca a boca la gente empezó a pedirme obras… la gente me contactaba porque le gustaba los cuadros que tenía expuestos en Instagram o porque los veía en las casas de amigos… Y terminé el 2020 con 45 obras vendidas”.

«Es simplemente lo que siento»
“No puedo venderme como artistas, como pintora…. Es simplemente lo que siento”, dice Jara sin más. Su proceso de creación consiste en transferir todo lo que el cliente le hace sentir que quiere en un poema, a colores. “Me cuentas tu historia, me cuentas qué quieres que plasme, me cuentas lo que quieras de ti y yo te pido tres cosas importantes para desarrollar mi trabajo: tres canciones y tres colores como mínimo. Y a partir de ahí comienza mi experiencia de proyección de lo que siento para contigo y contigo”, explica y remata: “No es decoración es de corazón”.
“A veces los clientes me dan la canción o me dicen el nombre del grupo que les gusta. A veces sale en prosa poética, hay veces que sale en versos sueltos, a veces sale un poema… todas son obras personalizadas aunque también estoy trabajando en una serie más personal”.

Lo que Umami Neila Art le ha aportado a su vida
“Umami Neila Art fue una acción especial que me inventé para mi por primera vez y no para una cabecera internacional y me ha dado calor humano en el medio de una pandemia. Cuánto me estás dando, es la parte egoísta de la generosidad…”
“La verdad es que Umani Neila Art tiene casi todo de mi entregado porque tiene la parte de venta comercial que llevo casi 20 años, tiene la parte periodística y de investigación porque me meto hasta la cocina de tu corazón si me dejas. Tiene la parte de decoración e interiorismo porque las personas que me contactan me enseñan el espacio donde van a colgar la obra. La parte de psicología del espacio, personal, propia de por qué quieres eso, la parte artística pictórica, la parte de literatura. Todo lo que siento en pequeñas partidas de experiencia está en el compendio de Umami Neila Art”.

Darle la vuelta al dolor y convertirlo en algo bueno
“Eres la primera persona que me pregunta fuera de mi familia”, me dice Jara acerca de mi curiosidad sobre el nombre Umami Neila Art. Al respecto explica: “Umami es porque estuve los últimos 4 años trabajando en la revista Tapas y allí comprendí lo que era el Umami… es el último gusto que se ha descubierto y es lo que me ha pasado en mi: lo último que descubro es lo que más aflora en mi. Umami está en el corazón de la lengua… y ese sabor de amor que me deja el hecho de poder entrar en tu corazón si quieres; darte un Umami”.
“Y Neila es porque el primer fallecimiento que hubo en mi familia fue el de mi tío José que tenía un tumor en la tripa. Cuando fui a verlo al hospital, en nuestra última conversación me dijo: Mi alien va bien, no te preocupes… a ver si sacas tu alien y nos sacas de pobres a todos. Fue un poco de broma… Y yo dije ¡que sí, que sí! Y Neila es alien al revés, es darle la vuelta al dolor y convertirlo en algo bueno”.
“Que me llamen de Barcelona, de Alemania para hacer una obra”, dice Jara entusiasmada por este momento dulce que está viviendo. Yo estoy aquí para los demás pero gracias a mi familia, a mis padres, a mi hijo… gracias a los demás, a mis amigas. Que en los momentos más duros sea la palabra gracias la que me levante, es increíble”, expresa entregada en agradecimientos.
