Chiara Andreatti, «Tu sei pronta per volare»

Chiara Andreatti, «Tu sei pronta per volare»

Chiara Andreatti es una de las figuras con más proyección en el sector del diseño. Su estilo sublime ha conquistado a firmas como Potocco, Lema, Gebrüder Thonet Vienna, Pretziada, Fendi Casa, CC-Tapis, Glas Italia… Para algunas de ellas no solo diseña, sino también se encarga de la dirección artística. Antes de fundar su propio estudio, formó parte del equipo Piero Lissoni cuyo diseñador considera un amigo y quien la animó «a volar». La entrevisto en el Salone del Mobile Milano, en el stand de Potocco, proyectado en colaboración con Lorenzo Bini (Studio Binocle) bajo la supervisión creativa de Chiara Andreatti. Para este año también la diseñadora ha creado las mesitas Double L Glaze, ampliando la colección ya existente con una magnífica nueva versión en vidrio templado.

 

Chiara Andreatti, “Tu sei pronta per volare”
La renovada colección ‘Double L Glaze’ de Chiara Andreatti

La entrevista

¿Por qué decidiste ser diseñadora?

Al principio quería dedicarme a la conservación de patrimonio cultural, quería estudiar artes aplicadas. Pero, más tarde, por casualidad, conocí a una amiga de mi madre que me habló de diseño en Milán. Y, entonces, cambié de ciudad, vine a Milán y empecé a descubrir este mundo. Tres años de universidad me ayudaron mucho, me dieron unas bases, un primer acercamiento al mundo del diseño. Y luego, poco a poco, fui haciendo mis propios códigos, una serie de investigaciones que pasaron a formar parte de mi lenguaje. Se convirtieron en mi lenguaje. Después descubrí, a través de mi madre ―por cierto―, que mi abuela tenía una empresa de mimbre a finales de los 50, principios de los 60, y que había participado en el Salone del Mobile, era una empresa muy grande… Descubrí que mi abuela era muy buena en el diseño de interiores, tenía esa sensibilidad, que yo, definitivamente, heredé.

Viene un poco de familia también…

Sí, algo de familia, pero lo descubrí más tarde, a los 20 o 25 años. Había algunas raíces que me fueron comunicadas. No le dimos importancia, pero hablando así, charlando, surgió esta cosa, esta conexión… Recuerdo, también, que cuando yo era pequeña, solía hacer collages de recortes de periódicos, de revistas, era la época de Marie Claire… recortaba modelos, figuras y hacía collages… Todavía los tengo.

Hablabas de tu propio lenguaje, ¿cómo lo defines?

Me gusta mucho un lenguaje que no canse, que no aburra, así que mi lenguaje es bastante lineal, muy clásico y atemporal. Utilizo el color para ciertos productos, dependiendo de los años, de las tendencias. Pero, me gustan mucho los colores neutros, los materiales naturales. He trabajado mucho con caña de bambú, con piedras, con vidrio, con cerámica… He hecho muchos proyectos de cerámica, incluso de revestimientos. Me gusta mucho combinar la artesanía con la producción industrial. Si es posible, me gusta trabajar con empresas que hagan ambas cosas. Incluso la artesanía en bruto, sin demasiada perfección, con un muy alto nivel industrial, casi de precisión mecánica… En cuanto al estand de Potocco ha sido trabajar pensando en una caja muy neutra y texturizada. Se me ocurrió utilizar todo ese gesto un poco rudo de obra de construcción, pero dándole este tono muy neutro, cálido, casi marroquí. Creamos todas estas líneas, estos trazos suaves de espátula. Para ello Llamé a Lorenzo Bini, amigo y arquitecto de Studio Binocle y a quien aprecio mucho, para que diseñada el estand e hicimos el trabajo a cuatro manos.

¿Qué otras inspiraciones tienes en el momento de proyectar? ¿Cómo es tu proceso de trabajo?

También me inspira mucho viajar, aunque ahora lo hago menos porque he tenido mellizos y llevo dos años prácticamente parada. Pero solía hacer viajes intercontinentales a Laos, Camboya, Japón, China… Me gustan los viajes extremos. Los viajes son un gran experimento de diseño con la naturaleza… Con una barra de bambú, una paja se puede inventar una estética sublime. En Japón son muy buenos en eso, y esta es una estética de la China antigua, rural… Me gusta mucho estudiar el paisaje rural, las civilizaciones donde el progreso no ha hecho ningún daño, donde han podido mantener sus orígenes y su particularidad en el campo de la artesanía.

Chiara Andreatti, “Tu sei pronta per volare”
El espacio de Potocco en la última edición del Salone del Mobile.Milano 2024
Antes de tener tu estudio propio has trabajado en otros, en el de Piero Lissoni (Lissoni & Partners)… ¿Por qué decidiste montar el tuyo?

Si, sí trabajé 11 años en el estudio de Piero Lissoni. Durante un tiempo también hacía paralelamente mis propios proyectos, con independencia de clientes. Fue duro durante dos años intentando hacer crecer lo mío y tomar la dirección artística de dos empresas con las que trabajaba. En un momento, se abrió una bellísima colaboración con Fendi Art Design Miami y tenía que hacer una colección completa, un stand… tanto trabajo que ya no podía seguir en el estudio. Entonces hablé con Piero, que estaba muy, muy contento por esta oportunidad, y me dijo: «Tu sei pronta per volare». Con Piero nos hicimos muy amigos. Aprendí sobre dirección de arte de él porque Piero tenía de cliente a Alpi y yo colaboraba en las sesiones de fotos, entre bastidores… Piero me da proyectos, me da un montón de clientes.

La dirección de arte es un área que los diseñadores están comenzando a explorar cada vez más…

Para mi es hermoso, lo disfruto tanto… porque haces todo. Le das tu propio giro a todo el negocio. Tienes la visión global de toda la compañía. Las combinaciones de colores, los sets, el catálogo, la gráfica… Superviso todo, todo. Cualquier cosa que sale de la empresa, tengo que verlo. Es una visión global, a 360 grados. De lo contrario, sería inconexo. Incluso, para los diseñadores… cuando una empresa llama a un diseñador debe tener que trabajar sobre un estilo que sea el gusto de una empresa, debe ser todo muy armonioso. De hecho, para mí, las empresas tienen que confiar en el trabajo de dirección artística.

Eres de Venecia, ¿verdad? Pero vives en Milán…

Soy de Venecia, de Asolo, un lugar en el que, hasta los 70 u 80, venían a tomar el aire al campo, en las colinas… Así que, hace poco, nos mudamos con los niños al campo, hicimos esta elección porque yo llevaba veinte años en Milán. Cambiamos un poco de vida… En Asolo hay un bonito círculo de artesanos, luego está Carlo Scarpa, hay muchas cosas que ver… Está la Gipsoteca diseñada por Scarpa para Antonio Canova. Está Palladio, hay muchas villas palladianas… Cerca está Venecia que está alcanzando niveles culturales casi superiores a los de Milán. Hay una buena calidad de vida.

¿Qué está por venir? ¿Qué próximos proyectos tienes en agenda?

Estoy haciendo un proyecto para el 2025 que no puedo contar… Ahora vamos a hacer un proyecto en Cersaie con una empresa en septiembre y después haremos el Salone. Y colaboraciones con empresas con las que ya trabajo que van a continuar. También hay un proyecto de artesanía con Pretziada… Estamos trabajando en un sacco di cose...

 

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Chiara Andreatti y Jazmín Castresana, Interior Contraportada, Salone del Mobile.Milano 2024

 

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Estand de Pottoco en el Salone del Mobile.Milano 2024, sofá ‘Jade’ de la diseñadora Hanne Willman

 

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Mesitas de exterior ‘Sophie’, Chiara Andreatti para la firma italiana
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