“La sostenibilidad es una actitud para gente que tiene conciencia”, dice el diseñador catalán. Sus proyectos de mobiliario, interiorismo o instalaciones parten y se fundamentan en esta premisa. Desde su estudio en Banyoles (Girona) trabaja para los grandes —como él lo es—, y sus ideas viajan por el mundo.
Andreu Carulla y Calma Outdoor
Andreu Carulla es, además, director creativo de la firma de mobiliario Calma Outdoor, gracias a la cual realizo esta entrevista como invitada al Hotel Rocacorba Cycling donde la firma nacida en Girona nos cita para conocer la nueva colección ‘Brava’. Tras la presentación, llega el momento de entrevistarlo, unos minutos antes de que la cena esté servida y todos (periodistas, diseñadores, agencia de comunicación y el equipo Calma) nos juntemos para brindar por los estrenados diseños. Al día siguiente de celebrarse esta entrevista, Andreu Carulla nos invita a conocer su estudio y su equipo, broche de oro para dos días maravillosos.
La entrevista:
He leído que de pequeño querías ser inventor… ¿Cómo llegaste o por qué decidiste volcarte tanto en la sostenibilidad?
Cuando tú te planteas hacer cosas nuevas o inventarlas, es cuando te planeas cómo están hechas las cosas y si están bien hechas. Si eres inventor, tienes la oportunidad de hacer las cosas como quieres y de poner en duda las que están hechas, las que hay. Entonces en este punto, cuando yo me formo como ingeniero en diseño, tengo una ingeniería en diseño industrial, esto me da mucho margen para, no solo expresar lo que llevas dentro, lo que es la parte más creativa, sino también, para decidir cómo se hacen las cosas y empujar a las empresas a hacer las cosas de forma distinta.
Entonces, por ejemplo, hicimos el proyecto RocaRecicla con los hermanos Roca (Celler de Can Roca). Este era, casi, un punto de inflexión en el que nos inventamos el proceso de producción y esto requiere de ciertas habilidades técnicas. Gracias a esta habilidad técnica yo, como diseñador, puedo aportar esta parte de sostenibilidad más fresca, no solo usar plástico reciclado de forma convencional, atacando el polex o las bolsas de vacío de los hermanos Roca.
¿La sostenibilidad es un tema del que se pueden ocupar solamente empresas o sectores que se lo pueden permitir?
No, esto está malentendido. Al final, todo el mundo va a tener que ser sostenible, pero por obligación porque no habrá más recursos y la materia prima se va a terminar. Y, no es un discurso fatalista o de predicción del fin del mundo, sino que es una realidad. Los recursos son finitos y, si los vamos consumiendo, al final solamente vamos a poder hacer cosas con materiales reciclados. Entonces, será lo que todo el mundo haga. Ahora bien, sí que al principio tenía un sobrecoste, pero, no siempre, depende de cómo lo hagas. No es una actitud para empresas que se lo puedan permitir, sino que es una actitud para gente que tiene una conciencia y le dedica unos recursos porque los recursos se los puedes dedicar a esto u a otra cosa. Si lo dedicas aquí, puede que te salga al mismo precio que no reciclado.
Además del precio, esto te lo pregunto porque considero que todavía no se recicla en todos los sitios, en todos los países. Se están haciendo esfuerzos grandes, pero tengo la duda de si está del todo instaurado y de si es algo a lo que solamente pueden acceder aquellos países, empresas, personas que tienen el dinero o los recursos para hacerlo…
Sí, esto es obvio. Cuanto menos recursos tienes, menos se recicla. En Bali, por ejemplo, el jabón no lo compran en botellas grandes porque es caro, sino que se compra en monodosis. Y la monodosis la usas y la tiras a la basura, al río, pero esto es algo de lo que van sensibilizándose. Los políticos van poniendo más recursos y facilidades, hay gente que está viendo con picardía que puede ser un business, recogerlo y revenderlo. Yo creo que todo se va a acabar equilibrándose de alguna forma. Esto no se puede tirar porque, al final, es dinero. Si tú tiras un envase, alguien lo puede recoger y sacar dinero. Entonces esto no es sostenible, tampoco, económicamente.
En el proyecto del Restaurante AIR CCC en Singapur trabajaste junto a OMA. Es como juntar a dos estrellas de rock en el mismo escenario (tú y ellos), ¿cómo es trabajar a ese nivel?
Son muy bestias, son unos montunos. De hecho, nos juntó Akili, el propietario del complejo hotelero Potato Head en Bali. Él es, también, el promotor de este restaurante en Singapur. Y, como estaba realizando el otro proyecto en Bali, nos conocimos con uno de los parners de OMA en Bali y él estuvo encantado. Como el proyecto AIR CCC tiene una base sostenible muy importante, querían hacer todos los muebles a medida y estaba encantado porque combinábamos muy bien. Ha sido un placer trabajar con ellos.
¿Qué te ha aportado a ti esta experiencia?
Lo más bonito ha sido la internacionalidad del proyecto: el parner de OMA es un japonés que está en Róterdam; los chefs con americanos, uno tenía un restaurante en Copenhague y otro, un restaurante en Bali; el equipo de diseño gráfico era de Australia… Todos trabajando en un proyecto en Singapur. Y teníamos unos meetings y cada uno te podía hablar de sus historias. Bestial. De una globalidad increíble. Cuando haces un proyecto así, es superenriquecedor en todos los aspectos.
Decías en una entrevista que, cada vez más, estás haciendo proyectos de interiorismo… Yo soy una fan del mobiliario… ¿Crees que el mobiliario sigue estando o está en un segundo plano con relación al interiorismo? Después de la pandemia, se le ha dado mucha importancia al espacio, a la creación de ambientes, pero el mobiliario, parece que, todavía, cuesta entenderlo. ¿Qué opinión tienes?
Es verdad. Yo creo que se sobre usan los mismos elementos de mobiliario en muchos proyectos. Si tú ves un proyecto de interiorismo o de arquitectura, pues están ciertos elementos que se tiran de clásicos cuando el mercado es más plural. Y, no diría tanto que se infravalora, sino que no se le presta demasiada atención cuando tú haces un proyecto. Si no que, el gesto más natural es ir y buscar algo que más se adecua a lo mío, a mi proyecto. Entonces, nuestro acercamiento al interiorismo, su parte más innovadora, es que lo hacemos todo a medida. De esta manera, el mobiliario pasa a ser una parte clave para el interiorismo, siendo una silla hablante o una lámpara hablante que colabora dentro del discurso de lo que está pasando. Y no tienes que sobresforzarte o hacer demasiados gestos decorativos, porque el espacio, con las necesidades que tiene — de sentada, de mesa, de iluminación— , ya respira tu personalidad, que nadie más lo puede hacer porque lo estás haciendo todo a medida. Nuestro acercamiento al interiorismo tiene esta singularidad que es muy poco habitual porque requiere de unos conocimientos en diseño de producto. Como diseñadores de producto, aunque ahora tenemos también en el estudio un arquitecto, un interiorista y diseñadores gráficos, es un equipo muy plural que nos permite hacer de todo, pero con una base de diseño de producto muy importante.
Como diseñador de mobiliario, ¿qué tiene que tener una pieza para que dure toda la vida, para que pase de generación en generación o, simplemente, cómo debe ser para que te aporte algo?
Que te guste mucho porque si te gusta mucho, lo cuidas y es difícil que no te dure. Normalmente, el descuidar hace que no te dure. Si tú lo cuidas, lo respetas y le haces un mantenimiento, esto te va a durar para siempre. Y esto pasa porque sea un objeto que se haga querer.
¿Qué es diseñar para ti?
Es muy difícil responder… Diseñar es definir cómo se va a usar un objeto o qué relación va a tener un objeto con el entorno y con las personas que nos rodean. Y, a partir de aquí, definir qué forma tiene que tener y qué objetivos tiene que cumplir. Es un poco complejo porque es un proceso que tiene muchas variables. Pero, al final es decidir esto: una función para un entorno con unos usuarios.